sábado, 10 de julio de 2010

Excursión al desierto II

Sin madrugar tanto como estos dos últimos días, nos hemos levantado, desayunado y preparado para salir hacia el desierto a donde llegaríamos al atardecer. Las primeras paradas que hicimos fueron para hacer fotos a un valle donde se apreciaba muy bien el contraste de la secanía con el verde de la vegetación del centro del valle. A continuación visitamos un palmeral guiados por Hammet, peculiar donde los haya. Nos guió en el palmeral y nos llevó hasta la garganta del Draa, donde vimos el nacimiento del río, un lugar que impresiona y donde nos sentimos más turistas si cabe ya que en ese momento no había más que familias marroquíes bañándose y pasando el caluroso día. Desde aquí salimos directos a Merzouga, la entrada al desierto. Al dejar atrás el atlas el paisaje ya se vuelve seco y monótono, nada a un lado, nada al otro así hasta llegar a Merzouga. A partir de ahí se empiezan a divisar en lo lejos unas montañitas, que resultan ser las grandes dunas que hay en esta parte del desierto.
Llegamos al albergue donde tras aligerar equipaje cogimos los dromedarios. Con los dromedarios fuimos desde el albergue hasta las Jaimas donde dormiríamos esa noche. Durante el camino (no muy cómodo, encima del dromedario) se fue cayendo la tarde, no fue espectacular ya que hubo un rato que estaba incluso nublado, pero la verdad es que es muy bonito el andar por el desierto y ver caer el sol.
Al llegar a las jaimas dejamos las cosas y fuimos a subir una duna…no es que sea complicado pero cansa lo que no está escrito, además de que lógicamente hace calor, que se aumenta con el calor que desprende la propia arena.
Ya con la noche casi encima, bajamos de la duna para tomar té y cenar. Tras la cena, fuimos a la “discoteca” (nos separamos de las jaimas para no molestar) y allí cantaron canciones bereberes y de todas las nacionalidades que allí estábamos. Mientras nos cantaban y contaban historias que habían pasado con turistas, veíamos el espectáculo de las estrellas que se veían perfectamente. Hammet (otro diferente al anterior) y Jassid nos hicieron una velada muy agradable contándonos la vida nómada. Para variar se nos hizo tarde pero fue bonito, nos quedamos la mayoría del grupo durmiendo fuera de las jaimas, bajo las estrellas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario