La mañana en este lugar es bastante tranquila, para ir a comprar el billete de autobús he salido del hotel sobre las 9 de la mañana y la verdad es que se respiraba tranquilidad. Una vez comprado el billete he terminado de visitar la zona cultural de esta ciudad. Me ha dado buena impresión, no hay agobios con las ventas y la verdad es que tan solo se ve algún autobús de turistas que hace una brevísima parada. Si algún día vuelvo por la zona intentaré sacarle mayor jugo tanto a Meknés como a la zona que le rodea.
Ya a las 12.00 he salido en el autobús dirección Chauen, otra vez me encuentro que tan sólo una pareja eslovena y yo, somos extranjeros, eso si esta vez no ha habido interacción con lo autóctono, una pena...a mi me ha tocado al lado una señora mora un poco desagradable la verdad pero nada inguantable...
Me he llevado una sorpresa un poco desagradable cuando al bajarme del bus en la parada de Chauen, resulta que la ciudad está a 8 kilómetros...con un poco de paciencia la pareja eslovena y yo hemos esperado a que se llenara un grand taxi para ir al pueblo por 5 dhms.
Ya en Chauen mientras no perdia detalle de las bonitas calles que hay, he ido a buscar alojamiento, ha sido bastante facil pues aquí todo el mundo trata de ayudarte sin pedir nada a cambio (algunos te ofrecen cosas para fumar, pero con decir que no fumas no hay mayor problema) además una gran parte de la población habla español.
Chauen es diferente, un estilo de vida muy tranquilo en una medina de color azul y blanco que invita a la relajación además de hacerla muy bonita.
Paseando por aquí he coincidido con una pareja italo-argentina muy agradable con la que he pasado la tarde-noche paseando y charlando. Después tambien hemos ido a cenar juntos.
Mañana también me quedaré por aquí aunque no se si todo el día o por la tarde marcharé a Tetuán...
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